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Agricultura, Canónigos, Ensaladas, Innovación, IV gama, Primaflor
El canónigo, como sabéis es un brote tipo baby leaf bastante bajo de altura y de un alto valor por su sabor, color y textura. En primaflor comercializamos canónigo en las bolsas de ensaladas listas para tomar (IV gama) pero no lo producíamos nosotros, porque es un cultivo muy inusual en el sur del país, por las condiciones que requiere. De hecho lo normal es que lo produzcan en Francia, en la zona de Nantes. Y es que estos brotes necesitan sombra y un suelo más arenoso que el que tenemos en esta zona. Pero, siendo Almería una de las ciudades más soleadas del mundo ¿por qué intentar producir aquí un cultivo que necesite sombra? La respuesta es la vida útil de nuestros productos de IV gama. El canónigo es siempre el que marca el tiempo de consumo óptimo de una mezcla de ensalada, porque se estropea antes. Si además tienes que comprarlo en Francia para cuando llega a la estantería tiene dos días para ser consumido conservando todas sus propiedades, cuando el resto de productos de la bolsa pueden durar perfectamente una semana.
Lejos de renunciar a utilizar el canónigo en nuestros productos, hace 7 años comenzamos a ensayar este cultivo, y después de probar muchas variedades, tipos de suelo, distintos porcentajes de sombra y otras muchas variables, hace más de dos años comenzamos a producir 500Kg de canónigo a la semana, y hoy en día producimos entre 2000 y 3000 kilos a la semana. La fábrica de IV gama consume 4000 Kg a la semana, por lo que todavía compramos canónigo a otros productores. Así que ya somos capaces de producir en 75% de los canónigos que comercializamos y esperamos poco a poco llegar al 100% ¿Queréis ver cómo lo hacemos?
Como ya contamos la semana pasada, la siembra de los brotes baby leaf se realiza directamente en el campo, sin pasar por semillero, y el objetivo es conseguir la mayor densidad de cultivo posible. En el caso del canónigo, tras la siembra pasa un tractor que cubre el cultivo de arena. Después se coloca el sistema de riego y unos arquillos para sujetar una lona verde que hace sombra al cultivo. Hasta ahora esto requería una gran cantidad de mano de obra, porque además la cosecha se realizaba a mano y al estar el cultivo cubierto de arena, hay que lavarlo antes de que entre en la fábrica de IV gama, donde se vuelve a lavar.
Hace unas semanas que hemos terminado un Umbráculo para el cultivo de canónigos que no necesita que con cada siembra y cosecha haya que montar y desmontar los arquillos, ni tampoco el sistema de riego. También tenemos una nueva segadora que por un lado facilita la cosecha y que además consigue un producto mucho más limpio, por lo que no es necesario lavar el canónigo dos veces, lo que también alarga su vida útil. Actualmente estamos utilizando el Umbráculo y los arquillos para estudiar la rentabilidad de la nueva estructura antes de implantarla por completo. Y cuando lo hagamos seguiremos estudiando como mejorarla, porque así es como trabajamos aquí.